La escuela de jockey del Hipódromo de la ciudad de Neuquén, bautizada con el nombre del recordado Patricio Peredo, con apenas un trimestre de vida ya se hace notar en los domingos de turf. Persiguiendo el sueño del pibe, quien no soñó de pequeño con ser jockey o se corrió una carrera imaginaria alguna vez, con más una alta cuota de sacrificio, humildad y respeto el alumnado que comandan los “Cortos” JR y García, van ganando su propio espacio, ya sea en las mañanas, de lunes a lunes, o los domingos montando algún flete en una orilla cuadrera o en los principales escenarios del turf regional. Emanuel Loverde (foto) es uno de los precoces, y en el que sus profes depositan infinitas esperanzas, que viene haciendo buena letra a la hora de calzarse la chaquetilla por los puntos.
Emanuel, al igual que otros de sus compañeros, llegó a la escuela con el sueño de convertirse en un jockey profesional, de un día pisar los máximos hipódromos nacionales, de ganar una carrera y porque no, un Nacional o un Pellegrini; al igual que alguno de ellos, el pequeño de Los Menucos ya andaba corriendo en las orillas, pero su desembarco en la escuelita le fue perfeccionando clase a clase el estilo, el modo de estribar, de enriendar, aprendió a cambiar la fusta con calidad y velocidad, en fin, fue incorporando conceptos que los dos colosos de la fusta, que ofician de maestros, le transmitían.
El primer triunfo resonante no se hizo esperar, allá por el 15 de abril en Maquinchao, casi en su casa, Emanuel se quedaba con el primer turno de la gran polla de potrillos, en la montura de Ilusión de Gloria el que le fue confiado por su tío. Desde entonces, fue sumando experiencia, triunfos y doblando la moneda del sacrificio, viajando más de 600 kilómetros por fin de semana para poder estar presente en una clase de 2 horas… tal vez las dos horas con más valor en su mundo, cuando en unos años las mire en retrospectiva y recuerde cada consejo o corrección que le hicieron los cortos.
Ayer, en la segunda del programa, lo “jockeo” al ganador del último Pellegrini neuquino, superando una mala largada y sin desesperarse, pero sin renunciar jamás, fue poniendo a su potrillo en carrera para tapar en el filo del disco. Bond Slam se sacaba un aprobado en su segunda salida a pista, pero su jockey pasaba de largo con un sobresaliente. Más tarde se venía de floreando por el centro de la pista con Ree Pasado (foto) y finalmente lograba su primer triplete en el Riveras Neuquinas, de la mano de su primo y de su tío, Bruno y Cachulo García, on board de Gauchito; mostrando condiciones para las de corto recorrido, el chueco Méndez lo felicitó por como salió de las puertas en esa carrera en el chat del grupo de Whatsapp de la escuelita, y llevando a su conducido sin desesperarse en una rajadora de hacha y tiza.
La noticia del fin de semana podría ser que Emanuel Loverde logró su primer triplete, con su mamá y hermanita ahí firmes para soñar con él… para mi, la grata noticia es que aquella idea, que comenzó como una quimera, de crear una escuela de jockey en la Patagonia, va mostrando sus primeros grandes pequeños logros, para que Ema y sus compañeros se animen a seguir fantaseando con un futuro mejor, pero principalmente para que los que pueden ayudar, y los que deben, pongan manos a la obra y acompañen a los chicos y sus profes… el turf se los agradecerá.
Pablo Pino/Turf Regional.